domingo, 29 de junio de 2008

APRENDER PARA RECORDAR

La memoria es una de las partes que a la ves es función esencial del cerebro que hace que tengamos un almacén de toda la información que procesamos a partir de la experiencia y que luego hacen y forman nuestra conducta. Es decir que algo ocurrido puede aprenderse como una reacción o permanecer pasivo por mucho tiempo.

Así cuando somos niños nos enseñaron a sacarnos la gorra y pararnos firmes cada que escuchamos las primeras notas del himno nacional como algo ya automático, pero no por eso recordamos la tercera y cuarta parte, de la que no recordamos a la letra.

Es decir que los actos aprendidos se recuerdan, y no se hace todo automático como parece sino que el proceso se hace más rápido o el recuerdo es casi instantáneo. Pero si tratamos de recordar mas sobre este reflejo recordaremos ciando fue la primera vez que escuchamos el himno nacional y que sucedía quien nos lo enseño y como pero es algo que no saldrá a flote sino lo evocamos pero somos capaces de recordarlo a esto el Dr. Castañón lo llama memoria explícita. Pero también habla de la memoria implícita que es la que se encarga de los recuerdos aprendidos que son un hábito y en este caso podemos ver que un recuerdo explícito puede convertirse en implícito como cuando la ceremonia del himno nacional se convierte en un hábito.
Pero hay dos tipos aprendizaje dentro de la memoria implícita estos son al habituación y la sensibilización. En el mismo ejemplo diríamos que un niño que ve todos los lunes la iza de la bandera en su escuela se habitúa y así lo aprende en cambio un joven que no ha escuchado el himno antes y entra en el cuartel donde le enseñan con métodos muy duros aprenderá por ese estimulo externo.

El aprendizaje también depende de los tipos de condicionamiento que intervienen en este proceso, si bien en el texto habla de una respuesta biológica yo lo relaciono con el siguiente ejemplo cuando yo era niña y estaba en primero y segundo de primaria la profesora de música nos enseño las figuras musicales por reproducción con las palmas, de las notas dibujada en la pizarra mas las palmadas que nos daba a modo de pulso en el brazo en la espalda, pero para mi y muchos otros niños se hizo mas fácil cuando ella decidió ponerle a cada figura rítmica musical, el ritmo con un sonido de su acordeón más una historia y un nombre convencional, por ejemplo nos contó la historia de tres amigos que corrían por la pradera el día cuatro a las cuatro de la tarde: la tortuga que decía ya voy, voy, voy, voy pero avanzaba len-ta, len-ta; el conejo que decía: yo salto, salto, salto, salto y avanzaba el conejito rapidito, rapidito, rapidito, rapidito; y el zorro que iba adelante decía: corro, corro, corro, corro y como veía que el conejo se acercaba le gritaba : péscame, péscame, péscame, péscame, pero al final todos llegaban igual. Esto seria lo que a mi me parece un estimulo condicionado.

Sin embargo este ejemplo ha sido almacenada en la memoria largo plazo y por eso la recuerdo ya sea por la didáctica o el impacto que pudo causar en mi pero hay muchas cosas que se quedaron en la memoria de corto plazo y hoy no las recuerdo.

En cuanto al ejercicio que debemos trabajar, aplicando este texto a una percepción y al sonido y la música uno de los recuerdos que tengo en la memoria y que hasta ahora me ayuda en la interpretación de un determinado tema que luego mencionare, es el recuerdo del vuelo de un ave muy hermosa que es el águila hace mucho cuando yo tenia unos ocho años y la ciudad no había crecido tanto no era de extrañarse ver en el cielo en especial en las periferias los famosos aguilillas o águilas como yo las recuerdo, a mi me gustaba ver el cielo buscar formas en las nubes, entonces un águila paso por encima con sus alas extendidas, sin agitarlas y planeando muy imponente, de repente lenta y en un instante caía en picada velos y agresiva. Casi nostálgica, y como todo niño me puse a pensar que era lo que veía y que sentía.

Mucho tiempo después escuche el tema “Águila Real” de Violeta Parra al escucharlo la primera ves recordé a aquella ave y la sensación que tuve en esa experiencia pasada y mientras mas lo escuchaba mas detalles recordaba de aquel episodio que había permanecido pasivo mucho tiempo y que en muy pocas ocasiones salía pero no de la manera en que ahora lo recuerdo, así la tonalidad de la menor en la que esta escrita la canción, siempre me daba una impresión melancólica que se asemeja mucho a la sensación que me producía el vuelo de aquella águila.

Para aprender a interpretar ese tema tuve que recurrir al recuerdo de su vuelo que hacia que pueda memorizar, ritmo y fraseo. Hoy la interpretación es casi automática pero aun es latente solo que ahora no tengo que recordar primero y luego tocar sino que es simultáneo.

CUANDO LA PALABRA HIERE

Muchas veces el ser humano tiende a reaccionar sin meditar con la idea equivocada sobre las palabras, muchos dicen: las palabras son de aire y en el viento se van, pero en realidad una palabra mal dicha puede ser fatal.

El Dr. Castañón Gomes ha dedicado muchos años de estudio al efecto que las palabras tienen en el cerebro humano y ha logrado mediante ciertas tomografías ver que las palabras y los recuerdos tienen un lugar físico en el cerebro dejando huellas y hasta heridas, entonces ¿Qué tan pasajeras son las palabras?

En la historia que cuneta sobre una niña que se vuelve alcohólica por la una frase maldicha por su padre, nos da a pensar que esta frase actúa incluso como una forma de programación en nuestras mentes, creando traumas que no se desvanecen sino que permanecen latentes y se arrastran a lo largo de la vida, así puede incluso afectar en la conducta del ser humano y derivar en grandes trastornos. Varias personas que tienen ciertos problemas de aprendizaje o de conducta se debe a que en su infancia han sido maltratados emocionalmente con palabras que los hicieron ya sea agresivos o tímidos.

Muchos entendidos en informática, nos dicen que la mente funciona como una computadora y que las palabras son claves y códigos que hacen que nuestro cerebro se programe de una manera u otra.

Hay mitos que nos dicen que la palabra tiene poder, par muchas de la culturas del mundo ha sido una parte fundamental dándole cierto poder sobre todo lo que nos rodea, incluso se han escrito libros de ciencia ficción que nos hacen ver el poder de la palabra, historias que pasan desde la maldiciones escritas en las pirámides de Egipto, profecías en aymará que hacen que tu mente se bloquee, hasta las famosa palabras mágicas de Harry Potter.

No es solo el cerebro que reacciona ante las palabras, se ha dicho que el agua cambia su estructura según la palabra que se le diga, entonces cuanto más efecto puede haber sobre la mente humana?. Muchas veces como personas decimos cosas desagradables a las demás personas al punto de lastimarlas y pensamos que luego con un lo siento todo puede cambiar y que da olvidado, pero no es así.

Muchas de las relaciones ya sean de familia, de pareja, de trabajo mejorarían si nuestro cerebro reaccionara mas rápido que nuestra lengua y pensáramos antes de hablar, y en contraste muy pocas veces nos detenemos a decir lo mucho que queremos a la gente que nos rodea o lo bueno que son para algo, lo mejor sería que aprendamos a manejar bien nuestras palabras, lo que decimos y como, lo decimos.